sábado, 7 de abril de 2012

Cómo cruzar grandes distancias

Entre los desvaríos teóricos de la astrofísica encontramos ejemplos tan curiosos como los de los agujeros de gusano. Estos agujeros vendrían a resolver el problema de tener que cruzar grandes distancias y, ademas, no tardaríamos más que un instante en hacerlo.
Este fenómeno se explica mediante la existencia de los agujeros negros. Se cree, al menos en el plano teórico, que gracias a la manera en la que estos astros curvan el espacio-tiempo, se puede aprovechar dicha perturbación para unir dos puntos del espacio mediante un túnel. De la misma manera en que unimos dos puntos en un folio de papel al doblarlo. El problema radica en que cualquier viajero del espacio no mantendría su forma física por más de un segundo, debido a las potentes mareas gravitatorias y los flujos de radiación emitidos por el astro. De ser así el afortunado aventurero se adentraría en una región desconocida para la ciencia donde las leyes físicas no funcionan y en la que supuestamente, encontraríamos un pasaje al extremo opuesto del túnel generado por el agujero negro. De esta manera tan peculiar y algo arriesgada seríamos capaces de movernos de un lugar a otro salvando distancias de miles de años luz en san sólo pocos segundos.

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